martes, 4 de septiembre de 2012

DEFINICIÓN DE BIODANZA

 

 Parece conveniente, antes de iniciar el nuevo ciclo del grupo regular, recordar en nuestro blog algunos conceptos básicos de Biodanza. Iniciabamos esta senda con el post anterior, en donde apuntabamos a la necesaria integración de tres reglas básicas de Biodanza: Autoregulación, Feedback, y progresividad.


Rolando Toro, creador de Biodanza, no concebía la vida sin impregnarla de poesía
 Hoy abordamos la definición de Biodanza, realizada por el propio Rolando Toro Araneda. Una definición cargada de poesía y de la que emana el sentido de misión que tiene para Rolando su sistema Biodanza:

La base conceptual de biodanza proviene de una meditación sobre la vida, del deseo de renacer de nuestros gestos despedazados, de nuestra vacía y estéril estructura de represión. Podríamos decirlo con certeza: es la nostalgia del amor.

El primer conocimiento del mundo, anterior a la palabra, es el conocimiento del movimiento. La danza es, por lo tanto, un modo de ser-en-el-mundo, o sea, " la expresión de la unidad órganica del hombre con el universo". Esta noción de la danza como cenestesia integrativa, es muy antigua y tiene, a través de la historia, numerosas expresiones culturales, tales como las danzas primitivas, las danzas órficas, las ceremonias tántricas o las danzas giratorias del Sufismo.
El poeta Jala-od- Din Rumi (siglo XIII) exclamaba:

"¡ Oh día, levántate... los átomos danzan, las almas, arrebatadas de éxtasis, danzan, la bóveda celeste, a causa de ese Ser, la danza: Te diré al oído hacía donde conduce su danza: Todos los átomos que hay en el aire y en el desierto - compréndelo bien - están enamorados como nosotros y cada uno de ellos, feliz o desdichado, se encuentra deslumbrado por el sol del alma incondicionada."
 
Una sesión de Biodanza es una invitación a participar en esa Danza Cósmica de que habla el poeta sufí. Esta afirmación tal vez resulte sorprendente dentro del melancólico panorama socio-político de nuestro tiempo.
Es un mundo como el nuestro, de hambre y genocidio, de tortura y delación, en un mundo de abandono infinito, ¿cómo es posible ponerse a bailar? A primera vista parece una inconsecuencia.
Sin embargo nuestra propuesta no consiste sólo en danzar, sino en activar, mediante ciertas danzas, potenciales afectivos y de comunicación que nos conecten con nosotros mismos, con el semejante y con la naturaleza.

Mas, ¿cómo podríamos cambiar el mundo sin cambiar nosotros mismos?

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Victor Núñez.