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martes, 10 de enero de 2017

El vuelo de la Garza: El Extasis del Renacido

Han pasado muchos años desde que en La Plana, asistí a mi primer taller de Biodanza basado en una Extensión creada por Silvia Eick. Allí dancé por primera vez la danza de la garza. "Me recuerdo agazapado, comenzando a agitar mis brazos, alzando el vuelo, y ladeándome a la izquierda y derecha, totalmente abandonado, al vuelo pleno, libre, abarcador y transmutador del que se sabe renacido. Con los ojos ojos cerrados, surque cerros y montañas, afile mi vista meteórica, sentí las rafagas del viento en mis alas extendidas y el penetrante frio del aire helado, limpiaba cara poro de mi piel. Toda mi sangre hervía bajo las penetrantes llamas de la libertad".




 Fue un fin de semana de trabajo especial vivencial, " El proyecto Ave Fenix". Aquella experiencia me dejaría marcado para siempre. Pero en especial, tras romper el huevo y resurgir de entre mis cenizas, aquel vuelo que inicie me trajo hasta nuestros días. Hoy soy didacta de Biodanza, y a mi alrededor, los participantes de mi grupo están comenzando a florecer. Agradezco a la Vida el placer de resurgir una y otra vez, una y otra vez de mis propias cenizas. Es el mismo sentimiento imperturbable, que me hacia levantarme en la vivencia de trance que viví durante mi formación en la Escuela de Zaragoza, con Jorge Terren y Betina Ber. Todavía recuerdo las palabras de aliento y animo de Jorge " Otra vez, Victor...otra vez" y yo embargado por el extasis que producía en mi perder el control una y otra vez, una y otra vez...eso es la libertad a veces, saber perder el control y confiarse al misterio...confiarse abandonandose al Ser... por que cuando uno se abandona al Ser, es emprender ese regreso al origen y es entonces cuando uno puede experimentar lo que Rolando Toro llamaba " El Extasis del Renacido".

miércoles, 11 de enero de 2012

NACIENDO A UN NUEVO AÑO, A NUEVAS REALIDADES

 El Aguila, un arquetipo que representa la integración entre la mirada enfocada y centrada, y la amplitud de visión en el horizonte.


Navidad, tiempo de nacer a lo nuevo y morir a lo viejo. Pasada esta época  ¿Cabría preguntarse si como la energía nada se destruye, todo se transforma? ¿De que tiene que servirnos el pasado sino para integrar lo vivido y aprender de esa experiencia?
 Tu pasado, como tu presente y tu futuro, tal y como indica el gran divulgador Norteamericano de origen hindú Deepak Chopra, es aquello a lo que diriges tu atención y en lo que pones tu intención. Y biodanza dirige su atención hacia tu parte más luminosa y pone su intención  en  potenciarla.

Atención e intención, en el sentido más profundamente fenomenologico del término, conforman la realidad. 
Steve Dollard, Profesor de La Mecánica de la Atención añade: " Eres lo que haces con tu atención".
Yo diría también ¿Donde te enfocas? Esa es la única realidad que eres capaz de Ver, haya en donde te enfoques y donde enfocas tu atención. Justo desde otro enfoque, Lou Holtz tiene una cita verdaderamente Brillante: " La vida es un diez por ciento lo que me sucede y un noventa por ciento, cómo reacciono".


Y es así como precisamente operan los ejercicios de Biodanza y su curva de Vivencia. La dinámica y desenvolvimiento de la clase práctica de Biodanza, nos saca de nuestra atención condicionada y al prescindir de la palabra hablada y los precondicionamientos existentes en respuestas conductuales, hábitos y patrones fijos de comportamiento (que sólo pueden activarse y actuar desde nuestro condiciomiento cognitivo-racional) aparece con toda su fuerza la vivencia. Esto sucede cuando se abre un espacio de no-intención y de presencia plena. Es en ese no-tiempo (kairos) donde se abre ante nuestros ojos las otras dimensiones múltiples de las realidades. No existe una realidad, existen realidades vivenciadas desde muy distintos ángulos. Los ejercicios de Biodanza tienen esta particularidad, por mucho que se repitan, siempre nos ofrecen nuevas vivencias y otros planos de realidades que se compenetran, se equilibran, se autoregulan, ¡ Nos llenan de misterio, matices e incertidumbre, bendita incertidumbre! ¿Cómo podríamos crecer, aumentar nuestro conocimiento, tener humildad y tantas necesidades y cualidades humanas sino tendríamos incertidumbres?

Abrámonos pues al gran Poder de Biodanza, que nos acerca el reto y el enorme regalo de explorar espacios llenos de incertidumbre y misterio.